viernes, 30 de noviembre de 2012

¿Homosexualidad en la antigua Grecia?

Es un mito que está por todas partes. Lo vemos en documentales, lo leemos en los libros de texto, documentos, y estudios, lo oímos en debates radiofónicos. Se han vertido toneladas de opiniones a cerca de este tema, cantidad de estudios e investigaciones con objeto de arrojar luz sobre la sombra que encierra a este tema. Incluso en el cine, se pinta al antiguo maestro griego como un ser liberal (sexualmente hablando) que comparte con sus alumnos desde las enseñanzas científicas hasta los aspectos más propios de la vida íntima. Pero, ¿qué hay de verdad?. ¿Es sólo un mito más?

A lo largo de nuestra historia, numerosos son los autores que han afirmado que en la antigua Grecia  la homosexualidad formaba sistemáticamente parte de la sociedad, y que prácticas despreciables como la pedofilia eran algo común y socialmente aceptado.

Nada más lejos de la realidad.
Según estudios que se encuentran en el otro lado de la opinión, la moral tradicional tenía a los homosexuales mal vistos. También hay quien defiende que, en la mayor parte de los casos, hubo castigos prescritos por conducta homosexual tales como: pena de muerte, exilio o marginación de la vida pública.

Efectivamente, hubo hombres que se sentían atraídos por otros hombres, pero no podemos juzgar a "uno por el todo", ni viceversa. Des mismo modo, aunque algunos hombres despiadados practicaran actos abusivos sobre menores, no quiere decir que la pedofília fuera una ciencia impartida en la Academia.
Es por eso importante, mantener un rigor histórico y una profesionalidad sin precedentes cuando estudiamos una civilización por completo.

Parece que hay quien quiere tachar a la antigua Grecia de "tierra del vicio y desfase" escribiendo desde la sombra homófoba, utilizando una orientación sexual - que por otra parte y desde mi punto de vista, me parece totalmente respetable y digna- como ejemplo de libertinaje en toda una civilización.
Es repugnante arrojar lodos históricos encima de un colectivo -el cual, por suerte para todos, hoy día puede desenvolverse con la total normalidad y decencia que les corresponde como personas- siempre perseguido y difamado a lo largo de los siglos, achacando a esa tendencia sexual una atmósfera de perversión, vicio, descontrol  e impureza.

Sin duda, un cliché sociológico, que en este caso, inunda toda la historia Griega desde su base.




PD: Con música, todo sabe mejor.